jueves, 7 de enero de 2010

Capítulo 2


Jaled paso su mano varias veces por mis quemaduras, me dijo que pronto cicatrizarían. Aun estaba bastante mareada, y la verdad en esos momentos me daba igual lo que hiciera Diana, solo quería descansar.
-¿qué tal tu mareo?- me preguntó mientras se colocaba a mi lado delicadamente.
-igual…, pero gracia por preocuparte…-le sonreí, le roce tiernamente la camiseta, ya que no podía acariciarle….
-no me preocupo por ti, no puedo preocuparme por nadie…, simplemente me sabe mal que te haya hecho eso mi hermano….-no paraba de mirar al infinito…
-tú eres diferente, no eres como los demás demonios…, no te sepa mal ser distinto…-intente consolarle (si se puede consolar a un demonio).
-no necesito tus lamentaciones, no necesito nada tuyo…, solo eres un ángel mas.-¿pero qué mosca le había picado?, en teoría nos llevábamos bien…., éramos…¿amigos?
-Jaled yo…-no sabía que decir ahora, solo quería desaparecer de allí e ir a mi habitación para pensar con tranquilidad…
-Jazz nuestra relación es estrictamente profesional, que cada uno se encargue de lo suyo y no habrá problemas….-¿cómo iba a ser profesional llamándome Jazz?, su hermano le había lavado totalmente la cabeza, sin embargo no iba a ser yo la que le hiciera cambiar de opinión…
-va…vale, es tu decisión…la respeto-no puede evitar tartamudear torpemente…
-eres un ángel, las cosas te afectan mas pero pronto te olvidaras de mi….
-¿Qué?, ¿porque me tengo que olvidar de ti?. Jaled, te conozco desde hace mucho tiempo, ya eres parte de mi…-baje la cabeza avergonzada.
-Jazz…limítate a no sentir nada por mí, ni siquiera eso a lo que llamáis respeto…
-está bien…, vale…, da igual….tampoco es que me caigas bien para poder sentir algo…-intente sonar convincente…
-pues asunto solucionado…, vuelve a tu paraíso, esta vez me encargare yo de Diana. Tranquila, en estas circunstancias intentare hacer una tregua…-sonrió malicioso…,¿Cómo podía ser tan…tan idiota?.Le dirigí una última mirada odiosa, luego desaparecí…
Paso un mes y medio, Jaled se limitaba a hacer su trabajo, ni siquiera me dirigía una palabra….Por mi parte hice lo mismo…, me dolía ver como en solo unas semanas había cambiado tanto…., y todo por su estúpido hermano.
Las quemaduras al final cicatrizaron, sin embargo me dejaron una serie de líneas abstractas por todo el cuello, la verdad no eran feas, eran preciosas, deslumbrantes….
Hoy por suerte no tenía que ir a vigilar a Diana, se tenía que quedar todo el día con sus padres así que…
Estaba en mi habitación, (no es gran cosa pero cabe lo necesario, y teniendo en cuenta que no hace falta una cama…) no podía parar de mirar por la ventana, era un día lluvioso, frío, triste…
Escuché como picaban a la puerta.
-¡pasa!-dije alzando un poco la voz. Vi como un chico moreno entraba con elegancia, sabía perfectamente quien era…sonreí.
-¿qué tal Jazz?-apareció delante mí, dándome un beso tierno en la frente, cerré los ojos sonriendo.
-bien, ¿tu como estas Alec?-esta vez apareció sentado en el sofá de mi habitación. Conozco a Alec des de que tengo uso de razón, siempre ha estado pendiente de mi, y verdaderamente es un gran amigo.
-bien, tirando… ¿Qué haces?-apoyo su pierna derecha en la izquierda, pose típica de un chico….-pensé
-mirar por la ventana…, no tengo nada mejor que hacer…-me apoye en una mesita que tenía por allí
-bonito pasatiempo…-me sonrió alegremente. Su sonrisa era la más bonita que había visto en toda mi vida, siempre me alegraba el día….
- ¿querías algo?-le pregunte aún en mi mundo…
-no, me aburría…, y bueno...quería verte…-se rasco la cabeza tímidamente. Le sonreí.
-bueno, ya que estas aquí… ¿quieres hacer algo?-le pregunté sarcástica.
-¡claro!, ¿a qué quieres que juguemos?-apareció delante de mi armario, enseguida se puso a revolverlo. Me puse rápidamente delante de él para cerrar el armario.
-a no revolver mis cosas…-le sonreí mientras me ponía de espaldas para sujetar las puertas del armario y mirarle a la cara…
-¿escondes algún secreto?-acerco su nariz a la mía…, no paraba se sonreír, notaba como su aliento acariciaba mi piel…
-no, nada que te pueda interesar…-intente separarme un poco de él sin dejar de aguantar las puertas.
-¿seguro?, lo tuyo siempre me suele interesar….-nuestro espacio era demasiado pequeño, me sentía incomoda….
-Alec, espacio por favor…-le intente apartar con un empujón, sin embargo no tuve éxito…Se fue acercando poco a poco a mis labios, no podía moverme estaba atónita…Ya casi los rozaba cuando un fuerte pitido empezó a sonar. Tuvimos que taparnos los oídos….Luego nos dimos cuenta de que se trataba…., desaparecimos los dos de la habitación. Nos dirigimos hacia nuestro nuevo destino…El guardián.
Cuando llegamos a aquella enorme sala, todos los ángeles ya estaban haciendo suposiciones de lo que había pasado. Todos nos giramos cuando unos golpes de bastón revotaron fuertemente.
-¡Callar!-grito uno de los ángeles presentes en la mesa central. Intente visualizar quien había hablado, sin embargo la multitud me impedía ver con claridad.
-es Rafael…, lo acompañan Miguel y Gabriel…-dijo Alec como si me hubiera leído el pensamiento.
- tenemos un grave problema…., han robado La lágrima dorada…, la llave que abre las puertas hacia el paraíso….-continuo Gabriel- Si los caídos llegan a entrar al paraíso…, el mundo que ahora conocemos nunca volverá a ser el mismo….Así que queridos hermanos… ¿Qué proponéis?- hubo silencio durante unos segundos…, se suponía que todos estábamos pensando…Fui la primera en terminar con esa calma…
-¡propongo algo!-alce la voz, todos dirigieron sus miradas hacia mí. Escuché como Alec me replicaba algo, sin embargo no le pude oír…
-sube aquí y explícanos tu idea para esta terrible tragedia querida niñita…-dijo Miguel….Siempre me había tratado como un cría insignificante…, así que cuando subí donde se situaba la mesa central no pudo evitar sonreír con superioridad.
-bueno…, propongo que prepararnos para la guerra sería lo más sensato aunque…
-Jazmín… ¿crees que eso no lo había pensado ya?-dijo Miguel sentado cómodamente en su trono.
-y a los dos os digo que tenemos que buscar otro camino…., la guerra no es la única salida….-protesto Gabriel tranquilamente sin alzar ni un mísero centímetro el tono de voz.
-señor…, si me permitís terminar…-me incliné en modo de reverencia….
-por supuesto querida…, perdona nuestra intrusión…-me sonrió gentilmente
-gracias…, decía que prepararnos para la guerra sería lo más sensato pero antes de todo tendríamos que averiguar que traman los caídos…Se supone que nuestros espías, los de todos los ángeles pertenecen a vuestros ejércitos-señale a los tres señores- pero… y ¿si cambiásemos la estrategia?
-¿qué quieres decir?- pregunto Gabriel
-quiero decir que esta vez nos encarguéis esa misión a nosotros…, los ángeles de la guarda. Los que se compenetran mejor con sus acompañantes caídos podrían intentar averiguar algo. Mientras, vuestros ejércitos podrían irse preparando para una posible batalla….
-otra vez el silencio invadió la estancia durante unos minutos…..
-¿porque no?-Gabriel lo rompió- muchos guardianes tenéis buena discreción…, podría funcionar….Aunque eso de prepararnos para la guerra…
-Gabriel, sabes perfectamente que tarde o temprano tendremos que luchar…-dijo Miguel severo
-además…, tenemos que tener en cuenta que ahora mismo el toque de un caído no nos provoca daño alguno…-en toda la reunión había sido la primera vez que Rafael había pronunciado palabra alguna- la llave es la que provoca ese inconveniente…
-entonces decidido…., iremos preparando a nuestros ejércitos…, algún mensajero informara que ángeles guardianes tendrán la misión de espiar al enemigo…., los demás ni una sola palabra de esto.-finalizo Gabriel, después desapareció junto a Miguel y Rafael.
Todos los otros ángeles volvimos a nuestros sitios.

1 comentario:

  1. me encanta, no puedo dejar de leerla
    mmmmm creo que alec esta enamorado de jazz pero mejor dejo hacer supociciones y continuo leyendo
    jejejejeje

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No al Plagio!!

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