Una de tantas....

-Si hoy te preguntó tu nombre,... me lo dirás?

-Alec-me sonrió fríamente

-y te puedo preguntar porque miras tanto la luna?-dije tímidamente

-porque haces tantas preguntas?

-lo siento.., no pretendía ofenderte

-no lo haces, simplemente preguntaba. Miro la luna por una sencilla razón, soy uno de sus hijos.

-no entiendo…

-Ruth, soy hijo de la luna, pertenezco a aquellos que se hacen llamar…

-hombres lobos-termine la frase sin saber bien bien que decía.

-bueno, también se pueden llamar licántropos…

-y...y porque no te conviertes?, a que…qué esperas?

-no es a qué espero, sino a quien...

-tu novia?-agaché la cabeza para que no viera mi decepción

-no niña tonta e insensata…jajaja-me levantó la barbilla.-te esperaba a ti

-a mi?-noté como mi temperatura subía

-sí, quería ver que opinabas de todo esto.

-y porque te importa tanto mi opinión?

-aún no lo sabes?, aún no sabes porque te protejo tanto?, porque…-no terminó la frase, mis labios se lo impidieron. Los besos eran tiernos, simples….Noté como Alec poso sus mano en mi espalda, no sabía cómo había podido esquivar todo el abrigo que llevaba.

Su mano estaba demasiado fría, no pude evitar dar un gritó mudo. Me separó de él.

-se supone que ahora te transformaras?-pregunté mientras Alec me agarraba por la cintura.

-puede…-me sonrió malicioso